Vas a escuchar un fragmento de la novela Rayuela, del escritor argentino Julio Cortázar. Si quieres saber algo más sobre el autor y el libro puedes ir aquí. Escucha la grabación, la voz es la del mismo Cortázar, y pon el texto en el orden correcto.
| como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar |
| y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve |
| mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. |
| mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos |
| y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja |
| hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara |
| toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano |
| nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen |
| y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura |
| me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope |
| y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. |
| una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara |
| donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. |
| y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua. |
| y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente |
| entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo
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Answers
” Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo de aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua. “
